Santo Domingo.- En los últimos días hemos escuchado hablar bastante de lo que han denominado “culto de los últimos días”, donde más de 70 personas murieron, tras realizar un ayuno extremo con la teoría de “conocer a Jesús”.
El tema vuelve a ser noticia tras conocerse que el líder de la secta está preso sin derecho a una fianza.
Fue el tribunal de Kenia, quien dio una orden para mantener cautivo a Paúl Mackenzie del condado de Kilifi, ya que fue quien le indujo la muerte a más de 72 personas que ayunaban por días enteros sin probar agua si quiera; dicho caso ha hecho que no solo detuvieran al hombre sino que se descubrieran otras muertes ligadas a este terrible culto.
Dentro de la localidad antes mencionada, la policía logró rescatar a unas 15 personas que estaban en condición extrema de desnutrición, cuatro de ellos murieron en el hospital y los sobrevivientes testificaron que el ayuno era a tal grado que debían abstenerse de todo antes del fin del mundo para conocer a Jesús.
En una de las propiedades de Mackenzie se hallaron más de 100 cuerpos y fosas comunes, según las autoridades las autopsias de los cuerpos están en curso, pero los principales resultados explican que unos murieron de hambre y otros por estrangulamiento o asfixiados.
Después de que se supiera el caso, Mackenzie fue arrestado y liberado, pero ha vuelto a la privativa de libertad por órdenes de un tribunal superior; los informes del caso apuntan a signos graves de radicalización por parte del hombre y sus falsas creencias.
Mientras tanto, el tribunal considera introducir una solicitud adicional de 90 días debido a que las pruebas que cada día surgen son más inquietantes.
El falso pastor ya había sido arrestado en otras ocasiones con situaciones similares, en 2019 con la muerte de varios niños y este año con adultos, en ambas ocasiones ha quedado en libertad bajo fianza, pero esta vez los casos se han agravado en el sistema judicial.
Asimismo, el presidente de Kenia, William Ruto, ordenó la creación de un comité de investigación para aclarar todo lo que rodea las muertes, como la circunstancias de las mismas, identificación de otras personas y posibles responsables.
Otro punto es que el regulador de transmisión del país, la Junta de Clasificación y Cine de Kenia, hizo sonar la alarma en 2017 sobre el contenido televisado por Mackenzie que podría promover la radicalización, el cual fue retirado.
Un caso similar surgió en el mismo condado, cuando Ezekiel Odero y su congregación fueron acusados de la muerte de varios de sus compañeros; además de ello se presume que está vinculado con Mackenzie debido a que le compró un canal de televisión donde transmitían contenido inapropiado sobre exorcismos en un horario no adulto.
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