Estados Unidos puso en marcha este martes un plan para combatir el consumo y tráfico de fentanilo adulterado con xilacina, un potente sedante para animales cada vez más frecuente en las muertes por sobredosis de opioides sintéticos.
El objetivo de la iniciativa es haber logrado para 2025 una reducción del 15 % de las muertes por consumo de fentanilo combinado con xilacina, explicó en una llamada con periodistas el jefe de la oficina de antinarcóticos de la Casa Blanca, Rahul Gupta.
El fentanilo es un potente opioide sintético que ha disparado las alarmas en Estados Unidos al haber causado dos terceras partes de las 110.000 muertes por sobredosis de drogas registradas el año pasado en el país, una cifra récord.
Además, las autoridades han detectado desde 2019 un aumento del 276 % de casos de fentanilo adulterado con el sedante para animales xilacina, sobre todo en el sur del país, por lo que en abril pasado catalogaron esta combinación como una “amenaza emergente”.
El Plan Nacional de Respuesta presentado por la Casa Blanca coordina a las diferentes agencias federales para mejorar el rastreo, las investigación y la incautación del fentanilo mezclado con xilacina.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ya prohibió parcialmente en marzo pasado la importación de xilacina, mientras que la agencia estadounidense antidrogas (DEA) emitió una alerta para advertir al público sobre el consumo de fentanilo con el sedante.
Con el nuevo plan, el Gobierno expandirá la capacidad de testeo para encontrar esa sustancia y estandarizará la forma en cómo la comunidad médica debe tratar los casos de sobredosis de fentanilo con xilacina.
También pondrá una mayor atención sobre el tráfico del sedante para animales, que llega a Estados Unidos desde China, México y Puerto Rico, aseguró Gupta.
El plan pide a las autoridades locales que “busquen de forma proactiva” a los consumidores de fentanilo adulterado para ofrecerles ayuda antes de que su salud empeore.